miércoles, 26 de diciembre de 2012

Mariposas en el estómago

La sirena anuncia el final del recreo,así que me libro de los comentarios de Gema y las demás y puedo marcharme a clase sin darles demasiadas explicaciones sobre mi comportamiento con Daniel.
Salgo corriendo hacia el gimnasio. Será mejor que llegue pronto a la primera clase de educación física si no quiero empezar con  mal pie.
Me guío por los carteles y consigo llegar hasta los vestuarios. Entro y noto como todas las chicas me miran un tanto sorprendidas. Me siento avergonzada y no sé muy bien que hacer,hasta que mi salvadora aparece.
-Hombre Sandra,has conseguido llegar al vestuario sin mi ayuda. Es un milagro. A mí me costó siglos encontrarlo-Dice Sara mientras se levanta del banco y sale a mi encuentro. Apenas me da tiempo a contestar porque Sara prosigue.
-Chicas,esta es Sandra,nuestra nueva compi. Será mejor que la advirtamos desde ahora de las clases de gimnasia- Dice ella en tono enigmático
Una chica muy alta y de aspecto atlético se levanta.
-Sara tiene razón. Has venido en un mal momento...El momento del voleibol- Me dice como si fuese la peor cosa del mundo.
Pongo cara de desconcierto y entonces Sara disipa mis dudas.
-No te preocupes,es solo que estamos jugando al voleibol y los equipos son mixtos. Hasta ahí no hay problema pero...Digamos que los chicos de clase son un poco...Bestias cuando juegan-Añade divertida.
Una chica me da una palmadita en el hombro.
-Tranquila,todavía no han matado a nadie-Me dice en tono divertido y simpático.
-Pero por si acaso protégete la cara- Me dice entre risas.
Su comentario no me preocupa en un principio,pero conforme le voy dando vueltas...Me preocupo. Sé jugar al baloncesto,y hasta se podría decir que soy bastante buena,pero el voleibol es mi enemigo natural. De pequeña era la peor jugando y siempre me ponían atrás para que tuviese que despejar el menor número de pelotas posible.  Confío en que el profesor será majo y se apiadará de mí,pero una parte de mí tiene miedo de las burlas,de las risas o de algo semejante.
Me obligo a dejar atrás todas esas ideas cuando las chicas salen del vestuario y las sigo hasta un gimnasio. Los chicos ya están sentados en un banco y nos miran cuando entramos por la puerta. Entre ellos está Daniel. Lo reconocería aunque tuviese miopía y no viese nada mas allá de mis narices. Es su forma de sentarse,su postura,su pelo ligeramente despeinado,sus ojos entrecerrados y su media sonrisa....Todo eso lo hace inconfundible a mis ojos. Noto como Sara me pega un pequeño codazo en las costillas y la miro. Está enarcando las cejas con cara divertida. No dice nada,pero sobran las palabras. Sé perfectamente lo que esa cara quiere decir.
Me siento en el banco de al lado con Sara y aguardamos hasta que el profesor llega. Sara habla con más gente,pero nunca me deja sola y me presenta a todo el mundo,cosa que le agradezco mucho. De repente una mujer de aspecto fuerte y bastante alta entra en la sala. Lleva el pelo recogido en una coleta y su cara está relajada y alegre. Camina rápidamente hasta sentarse encima de una mesa que hay en una esquina del gimnasio. Todo el mundo deja de hablar poco a poco y,cuando por fin reina el silencio,la profesora habla.
-Buenos días a todos.Para la gente nueva- Añade mientas me dirige una mirada complice- me llamo Marisa y soy la profe de gimnasia. Como todos,o casi todos sabéis,hoy continuamos con la clase de voleibol- Se pueden apreciar distintas reacciones a sus palabras en clase. Oigo a Sara soltar un gran suspiro al escuchar sus palabra y algunos chicos dejan escapar una exclamación de aprovación.
-Como hoy añadimos un nuevo fichaje a la clase, habrá que cambiar un poquito los equipos.- Dice en tono divertido,como si todo esto le agradase.
-Colocaros en dos filas.Chicos a mi derecha y chicas a mi izquierda por favor-
Me coloco en la fila de la izquierda junto con Sara y el resto de chicas que suspiran y emiten quejas en bajito. La profesora comienza con la otra fila. Se fija un poco en cada chico y lo manda a un lado de la red tratando de que los dos equipos tengan el mismo nivel.
Cuando finaliza,comienza con nosotras. Va llevando a cada chica a un equipo hasta que llega a Sara y la manda al equipo que se encuentra a la derecha de la red. Después me observa a mi,que permanezco quieta y,por alguna razón estoy muy erguida,como si quisiese demostrarle lo alta,atlética y fuerte que soy,bueno,que me gustaría ser. La profesora me mira durante unos interminables segundos sin saber muy bien qué hacer conmigo.
- Veamos...¿ Has jugado alguna vez al voleibol ?
-No juego desde que estaba en el colegio y,bueno,además no es que se me diese muy bien...- Admito mientras bajo la cabeza un tanto avergonzada.
. ¡ Bah! Desde entonces ha pasado mucho tiempo y seguro que te habrás vuelto una mejor jugadora. Venga,únete al equipo de la izquierda.- Me apremia mientras me dirige una mirada simpática y me da una palmadita en el hombro.
Hago lo que me dice sin decir palabra alguna y me coloco en el lado izquierdo de la red,donde unos cuantos chicos ya están calentando. Me doy cuenta de que,aparte de una chica menuda que hay en una esquina,soy la única chica del equipo. Me uno a la chica en su calentamiento.
-Hola,soy Sandra. Una cosa...¿ Me podrías decir un poco como funcionan las normas de este deporte...Es que hace muchísimo que no juego.- Le digo intentando ser amable.
Levanta la cabeza y me dirige una pequeña sonrisa.- Claro,aunque has ido a preguntar a la peor del equipo- Me dice ella un poco avergonzada. Comienza a explicarme las reglas básicas del juego y luego la forma de golpear correctamente la pelota. Intento recordar lo máximo posible,pero en cuanto la profesora toca el silbato para indicar el comienzo del juego, me pongo tan nerviosa que me da la impresión de que se me ha olvidado todo.
Me coloco en el lugar que me dice la chica que me acaba de ayudar y coloco los brazos de la forma que ella me ha dicho. En cuento miro mis manos me doy cuenta de que estoy temblando. El partido comienza y un chico del equipo contrario golpea el balón con fuerza para lanzarlo al otro lado. La pelota vuelta hasta nuestro campo y,por suerte,el resto del equipo la devuelve al otro lado sin que yo tenga que hacer nada. Entonces,al mirar al otro lado del campo,me doy cuenta de que Daniel está en su equipo. Se ha colocado en el centro del campo y me está mirando con cara de curiosidad. Me quedo embobada mirándole una vez más. Está concentrado y sus músculos,que se le notan tras la camiseta, están en tensión,preparados para actuar con velocidad para interceptar la pelota. Sigo mirándolo,sin darme cuenta de que el partido continua. Él también mantiene la mirada y me fijo en cada detalle de su cara: Sus ojos azules,su pelo marrón.Todo me resulta ya familiar.
De repente su cara de concentración y curiosidad cambia y refleja preocupación de repente. Abre la boca rápidamente para decir algo,pero no oigo nada,solo le veo gesticular y,de repente,algo me golpea a gran velocidad y,por un momento dejo de verle,dejo de ver su carita de ángel, de hecho ya no veo nada.  No sé cuento tiempo transcurre,pero debe de ser poco porque en cuanto abro los ojos otra vez,me encuentro caída en el suelo y todo el mundo está corriendo hacia mí. Me siento muy avergonzada y me levanto con rapidez. Siento un poco de dolor en la frente,pero por lo demás estoy bien. Todo el mundo me mira con preocupación,incluido él. La gente me pregunta cosas,pero no contesto a nada. Enrojezco como un tomate porque me siento tan estúpida...¿ Como he podido distraerme tanto como para no darme cuenta de que una pelota iba directa contra mi cara? Es el efecto que él causa en mí. Consigue llevarme a una especie de dimensión paralela en la que solo existimos él y yo,nadie más nos molesta y no percibimos a nadie más,o por lo menos así es para mí.  Tiene algo que me emboba. No sé si es por lo guapo que es. No creo que sea eso,porque también había gente guapa en el pueblo y esto no me ocurría,pero tiene algo que,simplemente,me atrae.
-¿ Te encuentras bien?- Me pregunta la profesora.
-No podría estar mejor-Respondo con una pequeña sonrisa tratando de aparentar normalidad.
El partido continua y yo sigo jugando pese a que la profesora me ha sugerido sentarme y descansar. Es mejor que siga jugando,así parecerá que no ha pasado nada.
El partido continúa,rotamos de posición y ahora me toca situarme justo delante de la red. Jugamos otro punto y esta vez tengo que darle a la pelota,pero aplicando los trucos  que he aprendido consigo que el golpe me salga relativamente bien. Aun así el equipo contrario marca y esta vez son ellos los que cambian de posición. Me da un vuelco el corazón cuando Daniel,que ha cambiado de sitio,se sitúa justo delante mía. Estamos a penas a un metro de distancia,separados por la red. Me está sonriendo.
-Te advierto que soy muy bueno en los mates. Será mejor que intentes taponarme- Me dice en un susurro mientras sonríe.
No me da tiempo a contestar porque su equipo saca y será mejor que me concentre a pesar de su presencia. No quiero que vuelva a pasar lo mismo que antes porque entonces sería definitivamente una inútil y una patosa a los ojos de mis compañeros.
El balón pasa de su campo al nuestro en varias ocasiones y yo,que no tengo que tocar la pelota,decido mantenerme atenta y no dejar que sus preciosos ojos me hipnoticen y despisten. El problema es que le veo de reojo cada dos por tres y,el mero hecho de saber que él está tan cerca mía, me pone demasiado nerviosa como para concentrarme. Le siento tan cerca de mí, está tan cerca y  yo no puedo mirarle...De repente el balón llega a manos de él y Daniel salta para rematar la pelota. Entonces me dirije una mirada divertida. Yo también salto rápidamente y coloco las manos en posición para detener el inminente remate. Nos quedamos,durante un segundo que para mí es mucho más que eso,elevados en el aire,con las caras a la misma altura y a apenas unos centímetros separándonos. Una ráfaga de aire me trae su aroma. Huele a colonia,colonia y desodorante y algo más que no distingo. Me encanta el olor. Él golpea la pelota,pero yo consigo detener el golpe con mis manos y la pelota rebota en su campo. Este punto hace que ganemos el partido y la profesora toca el silbato. Los demás se saludan y felicitan entre sí y algunas personas me dan palmadas en el hombro,aunque yo no me muevo y sigo mirándole a él,que tampoco se ha movido de sus sitio. Las chicas comienzan ha dirigirse hacia el vestuario y decido ir con ellas. Agarro la red que separa el campo y me agacho para pasar por debajo. Entonces él también se agacha y nos acabamos quedando cara a cara,agachados bajo la red y separados por apenas unos centímetros. Nunca te he tenido tan cerca y me fascina lo guapo que eres.
-Vaya,menudo tapón has hecho. Pero deberías practicar más si quieres sacar buena nota en gimnasia- Me dice casi en un susurro.
Me da la impresión de que se ha acercado más a mí y eso me paraliza. No sé como actuar y me quedo callada.
- Así evitarías que se repita lo de hoy. Yo puedo enseñarte. ¿ Quedamos aquí después de clase y te ayudo un poquito?-Me dices divertido.
Al momento te das cuenta de lo que has dicho y te pones rojo como un tomate. Es como si las palabras hubiesen surgido de tu boca demasiado rápido y ahora te lo hubieses pensado mejor. Me encanta ver como esta vez eres tú el que se ruboriza y sonrío.
-Bu bu bueno...Solo si tu quieres y si te viene bien. Yo lo decía por ayudarte...-Añade un poco nervioso mientras se acaricia la nuca con la mano y mira hacia el suelo. Su rubor continúa y me doy cuenta de que él también tiene su lado tímido. Me doy cuenta de que sus ojos ahora brillan mucho,pareciéndome ahora incluso más bonitos que antes.
-Esto..si,me parece buena idea- Añado en un tono muy bajo.
-Pues...Genial. A las dos y media en la fuente de la entrada. No faltes- Añades,ya recuperado del rubor, con una sonrisa radiante. Tras esto te quedas un instante mirándome,pero luego te levantas y te vas.
Me he quedado tan nerviosa, conmovida y ruborizada que no me ha dado tiempo de responderte y una frase se ha quedado en mi cabeza,sin llegar a ser pronunciada.
-Estupendo. Allí estaré- Añado en un susurro, cuando ya no me oyes, mientras una sonrisa sin motivo me curva los labios.

7 comentarios:

  1. Oh dios, el mejor capítulo hasta ahora, sin duda. Me ha encantado, no hay palabras, o como dicen algunos... klnecfowef jaja, dios eso es una locura. Mejor escribirte que me encanta ¿no? jaja :)

    PD: Espero pronto el siguiente, no te haces la idea de lo mucho que me encanta tu novela. Si hubiese un libro, me lo compraría ;)

    Kisses! <3

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    1. oooooo gracias!en serio,me encanta k te guste mi bovela y me anima un montón a seguir escribiendo. gracias por tu apoyo! =)

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  2. muahahahahhaha aquí va a haber tema.
    PD: Hola, de saludo, es con h :), cuidadito con esas faltas

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  3. gracias por el aviso! se me coló esa falta jaja pero ya está cambiado

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  4. Me ENCANTA tu novela, creo que es uno de los mejores blogs que he leído hasta ahora.Tienes mucho talento escribiendo en serio.No dejes de escribir bajo ningún concepto, sigue adelante y demuestra a todos lo que vales¡¡¡Me encanta cada uno de los personajes,todos tienen algo especial=)No puedo esperar a leer el siguiente capítulo me va a dar algooooo¡¡¡
    Besos desde Pamplonaaaaaa =)

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    1. Buaa muchísimas graciaaaas!!!!!! Me encanta que te encante jaja.
      Ojalá mas gente pensase lo mismo que tú de mi blog...=(
      Pero bueno, k me alegra k te guste. Un besazooo

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    2. Jaja tu trankila k seguro k kada vez tendrás más seguidores estoy segura¡¡¡¡ yo d momento te promocionaré por Pamplona jeje¡¡¡

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