lunes, 18 de marzo de 2013

Silencio

Avanzo hasta el salón de la casa de Lucas mientras noto,a mis espaldas, como camina detrás mía. Sin que él me diga nada me siento en el primer sitio que pillo. Estoy tan enfadada. Necesito la verdad,necesito que él me confirme lo que Leo ya me ha explicado. Necesito oírlo de sus propios labios. Lucas se sienta a mi lado y se queda mirándome. Mantengo una expresión seria e intento mantener la calma.
- ¿ Por qué no me lo dijiste? - Le pregunto sin más,pensando que él entenderá a qué me refiero.
-¿ Decirte el qué Sandrita ?- Me pregunta mientras se ríe y el ambiente se llena de un intenso olor a alcohol.
Me empiezo a cabrear. No debería haber venido. Debería haberle dejado solo, con su mierda de botella y largarme a casa. Pero necesitaba esta explicación. Necesito su explicación, la suya.
- ¿ Por qué no me dijiste que salías con Ana ?- Le pregunto secamente sin cambiar la expresión de mi cara y mirándole a los ojos,esos ojos que una vez fueron embelesadores para mí.
- ¿ Por qué tendría que habértelo dicho? Eso te lo tendría que haber comentado tu amiguita Ana, ¿ no ? A mí no me vengas con historias- Me contestas con tono de burla. En tu cara se dibuja una media sonrisa,arrogante y despreocupada.
Noto como un calor sofocante llega hasta mis pómulos. Estoy muy enfadada,pero no paro.
- Eso da igual. Me parece que ese era un detalle a mencionar. Por lo menos podías habermelo comentado antes de besarme- Le recrimino subiendo la voz.
- Lo primero. Para mí Ana es solo un pasatiempo, un lío. No estoy obligado a enrollarme solo con ella,cielo.-
Ahora sí que termino de explotar.
- ¿ Como puedes decir eso de ella ? ¿ Le has comentado alguna vez a ella que para ti es solo un pasatiempos? Porque me parece que ella siente algo más que eso por ti.- Le grito a la cara mientras me levanto del sofá enfurecida.
Pareces un poco sorprendido,pero la sonrisa no se borra de tu cara. Me miras con curiosidad.
- Eso es lo que hay. Si no le gusta,ya me encontraré a otra,igual que te encontré a tí el día de la fiesta.- Añades mientras tu risa se torna en una carcajada.
No puedo creerlo. Eso es todo lo que he significado para él. Soy un lío, un plan B para cuando Lucas no tenía a su novia. Siento algo dentro de mi pecho. Un vacío,una sensación terrible. Un odio incontrolable. Aprieto los puños y hago todo lo posible por no llorar. Porque no se merece verme llorar.
Saco fuerzas de donde no las hay para conseguir lanzar una última frase antes de salir corriendo.
- Pues conmigo no cuentes para eso. Espero que algún día dejes toda esta mierda en la que te has metido. ¿ Y sabes qué ? Que hoy has perdido algo mucho más importante que tus rollos o tus botellas de alcohol. Hoy has perdido a la única de todas esas chicas con las que has tonteado que te ha querido de verdad.- Le digo con el tono más sereno del que soy capaz. Aun así parece notar como tiembla mi voz y vuelve a emitir una sonora carcajada.
Una lágrima se mueve por mi mejilla al tiempo que le digo la única frase que ronda por mi cabeza en este momento.
-Vete a la mierda-
Ya está. Todo se ha acabado. Salgo corriendo por el pasillo,abro la puerta principal y me marcho de esa casa . Atravieso sus jardines,sus preciosos jardines que tantas veces había admirado. Veo de reojo ese lugar en el que Lucas me besó y,por primera vez, hay una parte de su jardín que me repugna. Salgo corriendo calle abajo hacia mi parque,nuestro parque,el de Ana y mío,pero que ahora parece un sitio mucho más solitario que antes. Me siento en nuestro...bueno,en mi banco y dejo que la lluvia me moje el cabello y la cara. Me paso allí un rato y luego me levanto y cojo un atajo hasta mi casa. Camino con la cabeza agachada,para que nadie me vea el rostro. Entonces alguien me agarra por el hombro. Me deshago de la mano del desconocido rápidamente,pensando que es Lucas. Entonces le veo la cara. El pelo castaño cobrizo cayéndole sobre los hombro y la piel pálida como la nieve. Ana. me mira con tristeza mientras aparta su mano de mi hombro.
- Hola Sandra. Hacía mucho tiempo que no te veía. Te llamé pero tú no...- Comienza a decir hasta que la interrumpo.
- Ahórrate todo eso Ana. Nos conocemos desde que éramos unas crías. ¿ Por qué no me lo dijiste?- Le pregunto seriamente,aunque no puedo evitar emocionarme. Esta vez estoy segura de que ella si ha entendido a qué me refiero.
-Sandra yo....Lo siento mucho- Dice Ana mientras comienza a llorar- Sabía que él te gustaba y no... no quería que nos peleásemos por él. Tenía miedo de que me lo quitases. Siempre que me ha gustado un chico, él te ha prestado más atención a  ti que a mí. Por una vez era yo a la que él quería.- Intenta explicarse con nerviosismo y le cuesta hablar.
-Ana... Tú siempre me decías que los chicos de este pueblo no merecían la pena,que ninguno te gustaba. ¿ Ahora me dices que todos los chicos que te han gustado se fijaban en mí en vez de en ti? ¿ Por qué no me dijiste que te gustaban? ¿ Por qué te callaste? Eramos amigas,Ana, las amigas hablan de esas cosas. Si me lo hubieses dicho... Te juro que nunca intenté quitarte a ninguno de esos chicos.-
- Sandra... Joder, es que no lo entendía. No entendía por qué a ti. Encima parecía que no te dabas cuenta de que se morían por ti. Nunca te diste cuenta. Y yo siempre a tu sombra,a la sombra de una chica más guapa que no me dejaba nada para mí.-
- ¿ Como puedes decir eso? Yo nunca he salido con ninguno del instituto. Ana,si te sentías así,¿ por qué nunca lo dijiste ? Las amigas se apoyan,se ayudan...Nunca fue mi intención dejarte a un lado. Pensaba que estábamos bien,nunca pensé que te pudieses sentir despechada.-
-¡No es despecho joder! ¡ Era envidia !Tu siempre te has portado genial conmigo y éramos uña y carne pero... ¿ Por qué me ha tocado a mí ser la que no llamaba la atención, la tímida ? -
Enmudezco por un momento. Me estoy sintiendo fatal. Yo siempre pensé que las cosas entre nosotras iban bien, que aunque tuviésemos nuestros problemas, nos entendíamos.
-No puedo creer que digas eso. Nunca me dijiste que pensases eso de mí. Hemos vivido una mentira. Las amigas no se tienen envidia. Eso no es amistad, Ana- Le recrimino sintiéndome muy dolida.
-Pues no,no lo es. Nunca lo ha sido. Porque siempre me he sentido la mierda. Intentaba separarte de Lucas,peor él siempre te prefería a ti, por mucho que le dijese que no eras su chica ideal-
- ¿ Intentabas separarle de mí? ¿ Sabiendo lo mucho que me gustaba preferías no decirme nada y quedártelo tú? Joder Ana,yo siempre te lo contaba todo. Lo que tu has hecho no es ser una amiga! -
Comienzo a llorar porque toda mi esperanza de recuperar a mi amiga se ha ido. Lo he perdido todo,todo lo que pensaba que tenía era falso. Mi mundo se desmorona y decido alejarme.
Ana se ha quedado callada y me mira con lágrimas en los ojos.
-No vuelvas a hablarme,por favor- Le pido en un susurro- No quiero saber nada más de tí- Concluyo mientras me alejo caminando. Ana no me sigue,de echo creo que no se mueve,aunque no estoy segura porque no me doy la vuelta para asegurarme.
Lloro durante todo el camino hasta mi casa. Cuando por fin llego, no intento disimular las lágrimas. Mi madre se da cuenta de que algo me ocurre y acude a mi encuentro preocupada. Se lo cuento todo mientras lloro en su regazo. Lucas me abraza, pero no dice nada. Cuando por fin cesan las lágrimas,decido irme a dormir. Me tumbo y me duermo al instante. Cuando me despierto,me extraña no haber llorado en toda la noche. Me siento bien,renovada. Sigo sintiendo una punzada de dolor en el corazón,pero las ganas de llorar han desaparecido. Y yo ya sé porque. Ya sé porque no he tenido pesadillas.Porque han velado mis sueños,porque mi ángel me ha ayudado. Porque he soñado con él,he soñado que me abrazaba y me consolaba entre sus brazos. Y ya no sentía miedo, ya no sentía dolor en mi corazón. Porque él lo eliminaba ,él se lo llevaba lejos de mí. Porque todo el dolor que sentía en mi sueño, aunque fuese mucho, era menor que su amor. Porque su amor me calmaba,porque notaba su cariño,que se sobreponía a todo lo malo que pudiese haber en el mundo. Porque estaba conmigo,aunque fuese solo en sueños y, aunque fuese solo eso,un sueño, yo era feliz allí con él.
Me levanto de la cama y me dirijo al baño. Me miro en el espejo y me veo sonreír. Una sonrisa tonta, que no tiene mucho sentido después de todo lo que me ha pasado, pero que está aquí,dibujada en mi cara. Siento una extraña sensación. Mi corazón se acaba de dar cuenta de una cosa, y eso me hace sonreír. Siento miedo,miedo porque sé lo que mi corazón me está dictando, miedo porque, si le hago caso, puede que me vuelva a hacer daño. Miedo porque no debería estar tan segura después de todo lo que ocurrió ayer. ¿ Y si vuelvo a elegir a la persona equivocada? ¿ Y si no es lo que parece?
Pero no cabe duda. Acabo de despertar, ahora lo veo claro, y esta revelación puede llevarme a otra nueva decepción,pero aun así estoy dispuesta a arriesgarme, porque esta vez merece la pena. Estoy segura de una cosa:  Me he enamorado de él.Y no perderé mas tiempo.
Me visto a toda prisa y bajo a desayunar. Mis padres y Leo llevan un rato preparando las maletas porque hoy volvemos a casa tras muestro fin de semana en el pueblo. Mi madre me saluda y me pregunta si he dormido bien mientras me mira con cara de preocupación y comprensión. Leo observa la escena desde la otra punta de la mesa.
- Estoy bien mamá,en serio- Le respondo con la mayor de la sonrisas. Realmente me siento bien,aunque no sé si es normal que me sienta así después de lo ocurrido. Lo cierto es que sigo sintiendo una sensación extraña en el pecho,como si me comprimiesen el corazón, pero ahora que todo ha quedado claro y soy consiente de que esas personas no merecen la pena,que es mejor alejarse de ellas, me siento liberada. Por lo menos ahora no vivo en una mentira y he descubierto como eran en realidad. Mas vale tarde que nunca.
Leo, que ha debido de verme sonreír, sonríe también,aliviado. Realmente mi sonrisa ha debido de ser convincente,porque si hubiese sido fingida Leo se hubiese dado cuenta al instante.
Me pongo a desayunar mientras charlo animadamente con mi madre y con Leo. No me siento mal, me siento...Emocionada. Cuando por fin terminamos con el equipaje y mi padre nos comunica que ya  está todo metido en el coche,partimos de vuelta a San Sebastián.
El viaje es interminable. Al principio todo va bien. Yo escucho música e intento descansar,pero de repente, cuando comienzo a dormirme, aparece en mi cabeza la imagen de Daniel. Y eso me asusta. He tomado una decisión, creo estar segura por fin  de lo que siento y quiero que él también lo sepa. Quizás debería esperar un tiempo, teniendo en cuenta que fui yo misma la que le pidió tiempo hace unos días. Pero necesito decírselo. Ahora, que me siento tranquila sabiendo la verdad, aunque duela, necesito hablarlo con él. Si es que aún quiere hablar conmigo, y eso es lo que me asusta. Puede que ya le haya perdido para siempre y en ese caso sería todo culpa mía,porque fui yo la que le rechazó. La que no se atrevía a enamorarse,en parte porque aún soñaba con recuperar a Lucas. Pero estaba equivocada. Le quiero,le he querido desde el primer momento. Desde que me salvó,desde que me sonrió,desde que me besó... Yo creo que siempre le he querido.
 Solo espero que no sea demasiado tarde,que no me odie. Estoy asustada,me asusta su rechazo, su rencor. Porque sería comprensible. Intento no pensar en ello. Estamos ya cerca de casa, incluso veo el mar a lo lejos. Mi padre está cansado, lo noto en su mirada a través del espejo retrovisor. Reduce la velocidad cuando llegamos a un peaje. Hay muchos coches así que nos detenemos unos cincuenta metros antes de llegar a la cabina donde hemos de pagar. Me recuesto en el asiento y apago la música,que lleva sonando todo el camino.  De repente no sé qué me ocurre. Una intuición, una corazonada. Algo. Me estiro en el asiento y giro la cabeza para mirar hacia atrás por el espejo. Somos el último coche de la fila. De repente veo algo a lo lejos que se acerca rápido. Demasiado rápido. Es un coche,eso seguro. Lo miro confusa mientras se acerca. Cuando está a una distancia prudente, me doy cuenta de que, lejos de frenar,el coche acelera. Me quedo paralizada durante un instante. El coche viene hacia nosotros, en nuestra dirección. No hago nada, no me lo creo. Aunque hiciese algo,eso no cambiaría las cosas. De repente el coche acelera aún más y pega un giro brusco, luego otro. Sigue dirigiéndose hacia nosotros. Apenas me lo creo.
 Cuando el coche,que viene a toda velocidad, se encuentra unos pocos metros de nosotros, todo se vuelve lento. Apenas dura un parpadeo,pero parece una eternidad. Pienso en mi familia,esa es la primera imagen que tengo. Dicen que en estos casos ves pasar toda tu vida delante de tus ojos, pero yo no me veo de pequeña, no me veo en el parque jugando con la arena. Solo veo una foto mía con mis padres y Leo, de cuando yo tenía cinco años y Leo seis,casi siete. La foto desaparece y solo veo una cosa: A él. Veo sus ojos, veo su sonrisa, en general veo su cara la primera vez que hablé con el. Veo su pelo mojado porque acaba de sacarme del agua. La veo durante un instante, que para mi se hace eterno. Me está llamando, me grita,pero es como si no le escuchase. Le susurro, en mi cabeza, que lo siento. Porque yo sé lo que va a pasar, y siento que, al final, no vaya a poder decirle lo que siento.Cuando abro los ojos,solo me da tiempo a gritar. Solo un grito al mismo tiempo que el coche impacta contra nosotros tras un frenazo. Solo un grito y luego solo silencio.
.

3 comentarios:

  1. :O me he quedado flipando, no me lo esperaba¡Realmente eres muy buena escritora de verdad!Deseando que llegue el próximo capítulo...
    Muchos besos!!!!!=)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. =O Muchas gracias !!! Me alegro de k te haya gustado tanto !! Por lo menos a alguien le parece bueno jajaja

      Eliminar
    2. jajaja seguro que no soy la única ya verás =)

      Eliminar